Monseñor Rico a Palabra: "La
nota de Getafe sirve para advertir a los fieles de otras
diócesis del peligro de colaborar con Hazte Oír"
La presencia del Yunque en esa
asociación manifiesta "una nueva forma de integrismo que
pretende ganar poder"
Santiago Mata, 1 de junio de
2015. La revista
Palabra publica en su web y en su número
1627, fechado el 1 de junio, una entrevista de Diego
Pacheco con el obispo auxiliar de Getafe, monseñor José Rico
Pavés, en la que este explica las razones por las que el
pasado 10 de marzo el obispado pidió a la asociación Hazte Oír
"que, por la vinculación probada de algunos de sus miembros a
la asociación secreta el Yunque, se abstenga de acudir a las
instituciones diocesanas a dar a conocer y promover sus
iniciativas"; medida que adoptó igualmente el arzobispado de
Toledo el 26 de marzo.
Preguntado sobre la opinión de la
Conferencia Episcopal, Rico asegura que "algunos obispos
españoles nos han manifestado su apoyo y coincidencia con el
diagnóstico que hemos hecho, aunque no consideren necesario,
porque la incidencia es menor en sus diócesis, hacer pública
una nota similar. Muchos
coinciden en que la nota publicada les permite tener un
argumento objetivo a la hora de advertir a sus fieles de los
peligros que puede suponer colaborar con HazteOír".
A continuación, Rico refiere cómo
Fernando López Luengos -cuyo nombre no cita- trabajó con
Profesionales por la Ética y "en esta asociación descubrió la
existencia del Yunque y la presencia de sus miembros en esa
asociación y en otras afines, como HazteOír".
Según Rico, cuando se habló de ello en 2010 en la Conferencia
Episcopal, se pensó que bastaba con informar del asunto a los
obispos "pues en la archidiócesis de Madrid se había pedido a
los dirigentes del Yunque que abandonaran su condición de
organización secreta y adoptaran una forma visible, civil o
canónica". Tras la sentencia del Transparente,
continúa Rico, se ha vuelto a hablar del Yunque "en algunos
órganos de la CEE y entre algunos obispos. En principio, el
criterio de la CEE es que cada obispo actúe como crea oportuno
en el ámbito de su propia diócesis".
Como recuerda el obispo auxiliar,
en la diócesis de Getafe el criterio fue comunicar a Hazte
Oír que "no compartimos los medios que emplean" y
pedirle "que se abstenga" de hacer propaganda en instituciones
diocesanas. Tal medida no se pensaba hacer pública, pero al
ver que Ignacio Arsuaga,
presidente de HazteOír,
seguía tratando de mezclar en
sus actividades a los obispos, a pesar de que la sentencia
del Transparente desvelaba su vinculación al Yunque,
decidieron publicarla: "No nos parecía coherente. Por un lado,
HazteOír presenta una
demanda contra un católico que ha trabajado al servicio de la
CEE a petición de los obispos, y por otro, como si no pasara
nada, acude a los obispos para que colaboren en la promoción
de sus actividades".
Por lo que se refiere a la nota
de la diócesis de Getafe del 10 de marzo, Rico explica que fue
consecuencia de los artículos publicados en febrero por
el autor de estas líneas y por
el propio obispo, a los que siguieron sendas reuniones
con responsables de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) y de Hazte Oír: "El primer
encuentro se llevó a cabo en un clima eclesial inequívoco y de
sincera colaboración, y ha
servido para que AIN se desmarque del Yunque y de
alguno de sus miembros. El segundo encuentro no ha tenido el
mismo resultado", y de ahí el rechazo a HazteOír
y el Yunque manifestado por la diócesis el 10 de marzo. Los
motivos de desconfianza de los obispos fueron "la
continua negativa de la presidencia y directiva de HazteOír
a reconocer la presencia del Yunque en su asociación,
a pesar de ser un hecho que se ha considerado probado en sede
judicial; el modo en que HazteOír
entiende la colaboración con la Iglesia y con otras formas de
apostolado seglar; la reivindicación, cuando interesa, del
carácter civil de la asociación y el
considerar irrelevante que sus miembros puedan pertenecer
a una organización secreta". Según Rico, Arsuaga
manipuló lo que los obispos le habían dicho, haciendo
ver que no consideraban problemático que hubiera miembros del
Yunque en HO, y les pidió que no hablaran de ese asunto:
"¿Acaso los obispos no pueden advertir a los católicos que
colaboran en HazteOír
de que en esa asociación está presente una organización
secreta?"
Rico resumió en tres puntos la
gravedad de esa presencia del Yunque en HazteOír:
1) Los medios que emplea, y que
la mayoría de sus socios desconoce, provocan
que haya "personas que salen dañadas tras colaborar
con HazteOír o con
las divisiones que están creando entre católicos de otras
asociaciones que promueven los mismos fines".
2) El motivo de ese daño, que
sería "siempre el mismo: la presencia de miembros del Yunque
en HazteOír. El daño llega a matrimonios rotos porque uno de
los esposos considera más importante el juramento al Yunque
que el vínculo matrimonial o las familias heridas porque los
hijos han sido captados por el Yunque cuando toda la familia
trabajaba en HazteOír", cuya directiva, ante las quejas, ha
reaccionado con "silencios, descalificaciones y algunos han
tenido que soportar demandas judiciales". Lo que en opinión de
Rico "está en el fondo de esta polémica", como manifiesta el
hecho de que HazteOír
siga amenazando con demandas contra el portal Aleteia
por lo publicado en febrero, es
"una nueva forma de integrismo que pretende ganar espacios
de poder para alcanzar sus fines", en plena expansión
internacional mediante la plataforma CitizenGo.
3. "La manera en que la
presidencia y algunos directivos de HazteOír entienden la
relación con la Iglesia católica: El
vicio originario del Yunque está en justificar la mentira
y el engaño para no revelar la pertenencia a esa asociación",
con la supuesta intención de "instaurar el Reino de Cristo en
el mundo", pero cuyo
auténtico resultado es "la división entre los católicos y la
perversión de la misión evangelizadora de la Iglesia".
Para contrarrestarlo, Rico recuerda cómo un ex miembro del
Yunque le dijo: "Lo que también deberían hacer los obispos es
decir que el juramento del
Yunque no tiene ningún valor", y añade el obispo que
"la legitimación de uso de la mentira lleva a otros problemas
muy serios que nunca podrán ser justificados", como "la
captación de jóvenes y el adiestramiento con métodos
paramilitares, la infiltración y manipulación de asociaciones
católicas o el acoso a las personas que dejan la
organización".
Entre las reacciones positivas al
rechazo diocesano de colaborar con HazteOír,
Rico menciona las de ex miembros del Yunque que "nos han
contado el calvario por el que han pasado hasta verse
liberados de los lazos de esa asociación secreta. No es
irrelevante recordar que estas personas fueron captadas por el
Yunque cuando trabajaban en HazteOír
y en otras asociaciones afines".
El
Yunque, rechazado en Roma
La principal acción de
encubrimiento del Yunque frente a las recientes advertencias
sobre su presencia e infiltración en asociaciones católicas de
España, ha consistido en pedir
en Roma la constitución como asociación de fieles del
conjunto de tapaderas del Yunque en España: HazteOír,
Profesionales por la Ética, Instituto de Política Familiar,
Enraizados.org y demás derivados de HO (Derecho a Vivir,
MásLibres). Para evitar que fuera "interceptada" por obispos
españoles, la iniciativa fue presentada por miembros del
Yunque mexicano a modo de sondeo consultivo. El
resultado fue un rechazo radical del Vaticano -aunque
también se ha comunicado informalmente y no por escrito-, de
modo que el Yunque español ha suspendido esa maniobra.
Una de las medidas con que el
Yunque afronta la menor ingenuidad de los obispos españoles es
que ha suspendido la
tradicional cabalgata veraniega llamada CrossRoads.es,
que le servía para captar jóvenes y que iba recalando en
parroquias y capitales de diócesis para involucrar en sus
actividades a los obispos. En verano de 2014, uno de los
obispos que se negó a decir misa a los muchachos de CrossRoads
fue monseñor Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid
(entonces todavía no era cardenal, aunque sí presidente de la
CEE). En lugar de esa cabalgata, y para
tratar de dar a su activismo un barniz asistencial que nunca
han tenido, este verano organizan del 26 de agosto al 6 de
septiembre una movida de ayuda a refugiados en Irak
-en la misma línea de sustituir la propaganda de HazteOír
por la de MásLibres
y CitizenGo que ya
se vio en el congreso de cristianos perseguidos, para la que
convocan a personas de 18 a 50 años.
25 de marzo de 2015. El
arzobispado de Toledo hace
suya íntegramente la nota de la diócesis de Getafe sobre
Hazte Oír y el Yunque. Motivo de alegría para cualquier persona que desee que se
dé a conocer la verdad. El mismo día se han hecho eco de la
declaración Ecclesia
y Aleteia:
Monseñor Braulio Rodríguez se adhiere a la Declaración
realizada por la diócesis de Getafe, que impide a la
asociación HazteOir operar en ámbito diocesano. De esta
declaración se hizo eco el 26 de marzo el diario
ABC.
10 de marzo de 2015. Tras
reunirse con Ignacio Arsuaga por petición de éste, los obispos
de Getafe comunican en nota de prensa que persiste la
imposiblidad de cualquier colaboración con Hazte Oír ya que Arsuaga
se niega a reconocer que hay miembros del Yunque en su
asociación. Leer
la nota.
Monseñor José Rico Pavés: El
Yunque busca poder temporal, por lo tanto, comprende mal la
Iglesia y el apostolado, y no bastaría como solución que
dejara de ser secreto. Entrevista de Inmaculada García con el
obispo auxiliar de Getafe publicada
el 28 de febrero de 2015 en Aleteia. Ver en vídeos.
Munilla quiere "solucionar" el
problema del Yunque sin "reventarlo" Madrid, 10 de febrero de 2015.
Santiago Mata. El obispo de San Sebastián, monseñor José
Ignacio Munilla, reconoció el martes 10 de febrero de 2015 en
Madrid, ante la pregunta de uno de los asistentes a una
conferencia, que ha tratado de "solucionar" el problema del
Yunque y que prefiere no "reventarlo". La pregunta pedía
consejo frente a "una amenaza de la que nos hablaba monseñor
Munilla en octubre del año pasado; las organizaciones secretas
o reservadas, como por ejemplo la Organización del Bien Común,
también llamada el Yunque. Hay muchos católicos que no saben
muy bien cómo tienen que actuar ante los miembros de esta
organización -algunos de ellos están hoy aquí- y cómo actuar
también con las organizaciones que controlan o incluso
intentan infiltrar". En su respuesta, Munilla dijo: "Yo he
intentado abordar ese problema, y esos problemas hay que
abordarlos en contextos en que intentemos solucionar. Hay que
buscar un contexto en el que intentemos que el problema sea
fácilmente solucionable, no reventable".
El obispo de Getafe prohíbe
colaborar con Hazte Oír
Madrid, 19.12.2014. Santiago
Mata. El obispo de Getafe, monseñor Joaquín María López de
Andújar, ha prohibido a las asociaciones diocesanas asistir a
cualquier acto de Hazte Oír. Reacciona así ante la sentencia
del juicio del Transparente,
fechada el 19 de mayo de 2014. Además del vídeo, pueden ver
aquí la transcripción literal de las declaraciones de la
jueza, la fiscal y el obispo auxiliar de Getafe, citadas en el
vídeo.
Sentencia del 19 de mayo de 2014. La juez María Belén López
Castrillo rechaza que se pueda hablar del Yunque como un
mero bulo o asunto insignificante, al afirmar que es un asunto
"de trascendencia pública", y niega que quien divulgue esas
informaciones dañe el "derecho al honor de HazteOír.org"
porque "ha sido un hecho contrastado y acreditado a tenor
de la prueba documental y testifical la relación entre
alguno de los miembros de HazteOír.org con el Yunque".
La fiscal aseguró en la vista
oral que "entendemos que concurren los requisitos para que
este informe sea amparado constitucionalmente al entender que
la información es veraz, se refiere a asuntos de
relevancia pública y no contiene frases injuriosas o
vejatorias.
Entendemos que esta información es veraz, pues así lo han
corroborado los testigos que han depuesto en este acto,
testigos propuestos a instancia de la parte demandada, y muy
especialmente del obispo auxiliar de Getafe que nos
dice que con independencia de este informe él ya tenía
conocimiento de la existencia de dicha organización y
que él personalmente tenía conocimiento de que el
presidente de dicha asociación Hazte Oír, Ignacio Arsuaga,
al parecer forma parte de la organización El Yunque. Han
sido testimonios que Su Señoría, desde luego, es la que debe
valorar en este caso esos testimonios y, a nuestro juicio,
ofrecen credibilidad. Ofrecen credibilidad puesto que han sido
testimonios abiertos, no ha habido contradicciones entre lo
que han declarado anteriormente y lo que han declarado en este
acto, y ellos declaran y manifiestan rotundamente que
conocen la existencia de dicha organización secreta y que
determinadas personas que forman parte de la junta
directiva, o lo han sido, de Hazte Oír, han sido fundadores
de hazte Oír y además forman parte de la organización El
Yunque.
En su testimonio, el obispo
monseñor José Rico Pavés, responde así:
P.- ¿Tenía usted datos anteriores
sobre el yunque y su influencia en ámbitos cercanos la
Iglesia?
R.- Sí. Además por fuentes distintas no relacionadas entre
sí.
P.- ¿A qué se debe el interés de
la comisión [para la Doctrina de la Fe, de la Conferencia
Episcopal Española] por el tema del Yunque?
R.- Por la influencia de una asociación secreta en obras
de apostolado asociado seglar, principalmente dentro de la
Iglesia. Entendemos que esto no ayuda al apostolado seglar,
el no manifestar cuál es verdaderamente su intención.
P.- ¿Conocía usted la
relación que existía entre el Yunque e Ignacio Arsuaga, es
decir la pertenencia de Ignacio Arsuaga al Yunque?
R.- Efectivamente así había sido manifestado por uno
que había sido compañero suyo del colegio, por otro grupo de
personas -tanto el compañero del colegio como este grupo,
exmiembros del yunque- y así quedó claro en la misma
reunión en la que un obispo, hablando del Yunque, mencionó
el caso expreso del presidente de Hazte Oír.
Osoro al Yunque: El que esté,
que se desapunte rápidamente, si no, peor para él
Santiago Mata pregunta el 27 de octubre de 2014 a
Mons. Carlos Osoro, en su presentación a los medios de
comunicación como nuevo arzobispo de Madrid:
Don Carlos, me llamo Santiago Mata, escribo el blog La
Catedral de los Mártires y primero es darle la bienvenida.
Usted sabe que en mayo pasado una juez dictaminó que había
miembros de la sociedad secreta El Yunque en la asociación
Hazte Oír, y que aquello tenía una relevancia social. Mi
pregunta es: dado que estas personas se presentan a sí mismas
como católicos ejemplares, si va usted a decir algo acerca de
la compatibilidad o no de ser católico con formar parte de una
sociedad secreta como el Yunque.
Mirad, yo voy a predicar a Jesucristo, y entonces, yo creo que
si se predica bien a Jesucristo, el que está apuntado a algo
que no tiene que estar apuntado, se va a desapuntar
rápidamente. Y si no, peor para él, claro. No hará lo que
tiene que hacer. Yo creo que todos sabemos dónde tenemos que
estar. El problema es que enunciamos muy bien, y tenemos bien
el dibujo y el diseño de la situación. Como podéis comprender,
yo no puedo aparecer aquí con un látigo a ver a quién echo y a
quién pongo. Primero porque no me gusta; no pertenece a la
manera de ser cristiana. El ser humano cambia cuando de verdad
conoce a Jesús.
Os lo voy a decir por pura experiencia. Yo era un muchacho
universitario que no conocía, así con una fuerza especial, a
Nuestro Señor. ¿Quién cambió mi vida? ¿Quién me hizo
descubrir, por ejemplo eso: que todos son hermanos míos, que
no puedo hacer distinciones? [?] Y el encuentro con Él fue lo
que me obligó a decir: Señor, pues si yo lo he descubierto,
voy a ver si esto se lo puedo decir a los demás. Y por eso
estoy aquí. Lo haré mejor o peor, pero mi empeño es este. Esto
que me decías, yo voy a intentar, primero no sé exactamente
ahora mismo, ni lo he estudiado, lo que sí haré es seguir
haciendo esto que os digo, que en el fondo es lo que dice el
Santo Padre. Hay que abandonar el criterio de que esto se ha
hecho así siempre: se ha apartado a unos. Ese no es el
criterio de la Iglesia. Tenemos que ser audaces, creativos,
tener estilos y métodos que son los métodos evangelizadores,
que no son los métodos de la condena, no son los métodos de la
dispersión, no son los métodos de derrotar al otro. ¡No! Son
los métodos que, al llegar el Amor, el Señor... Perdonad que
haga un paréntesis. Cuando yo era cura joven, en Torrelavega
había un reformatorio, entonces, ahora ya no existe [...].
Aquí lo que les puede hacer cambiar es si yo les quiero de
verdad... Y eso cambió la relación. Esa es mi experiencia
personal. Yo puedo decir lo que yo he vivido. A veces te puede
hacer faenas, pero aquello cambió sus vidas y de los 18,
excepto uno, que sigue no dándome la lata, pero bueno, todos
han construido su familia, han construido su vida... ¿Qué ha
cambiado? El amor, el amor de Nuestro Señor, no ser egoístas,
que es verdad lo que dice el Evangelio: [el amor] es
servicial, no se engríe, aguanta, cree... Y esto es lo que
cambia a las personas. No el machacar a la gente. Es el método
que funciona.
Munilla pide
que el Yunque deje de existir como sociedad secreta
Santiago Mata. 1 de octubre de 2014. En una
entrevista publicada hoy en Infocatólica, el obispo de
San Sebastián y presidente de la Comisión de Medios de
Comunicación de la Conferencia Episcopal, Mons. José Ignacio
Munilla, afirma que un obstáculo para la unidad de los
católicos "es la integración de algunos de los líderes en
organizaciones «secretas» (o de naturaleza reservada), lo cual
está siendo en España motivo de desconfianza y de
desmembración de muchos movimientos cívicos conformados
mayoritariamente por católicos. Sin duda, se trata de un
fenómeno muy minoritario, pero las dificultades que se
originan por este motivo son muy importantes".
Munilla se refiere a la división
surgida al saberse que Profesionales por la Ética estaba
dirigida por el Yunque, aunque no menciona por su nombre a
estas entidades. Habla de "alguna asociación, cuya naturaleza
«reservada» no tiene fácil justificación en nuestro contexto
social. Por desgracia, en los últimos años, hemos sido
testigos, una y otra vez, de cómo se han roto o se han
debilitado muchas iniciativas cívicas, ante la sospecha de la
participación de miembros de estas asociaciones. (El caso más
notorio fue la disolución de la plataforma de familias
objetoras contra la Educación para la Ciudadanía, hace ya más
de seis años). En la práctica, la confianza necesaria para
colaborar en una iniciativa social queda minada ante las
sospechas derivadas de la pertenencia de algunos compañeros de
camino a una asociación de carácter reservado."
Para Munilla, una posible
solución sería constituir al Yunque en asociación canónica,
idea que ya mencioné en el artículo (ver más abajo) fechado el
12.12.2013:
"El problema se solucionaría,
ciertamente, si estos católicos en entredicho conformasen una
asociación canónica, de forma que la Iglesia Católica pudiese
llevar a cabo el debido discernimiento y acompañamiento. La
trasparencia y la eclesialidad son indispensables. El momento
histórico que vivimos requiere de una generosidad especial por
parte de todos, y confío en que este paso llegue a darse, de
forma que se pongan las bases para desbloquear conflictos y
superar desconfianzas.
Obviamente, el problema no se soluciona con un mero cambio de
una estructura asociativa (por muy importante que sea), sino
que es necesario que después de las tensiones vividas, los
interesados se abran a una nueva oportunidad. Me parece
importante subrayar la necesidad de la humildad y de la
misericordia, para superar los errores del pasado."
Ignacio Arsuaga
se dio por aludido y rechazó la propuesta de Munilla con la
significativa afirmación de que Hazte Oír "no
tiene ninguna dependencia, gracias a Dios, con la Iglesia",
que a la postre hace innecesarias las consideraciones que
escribí en los siguientes párrafos, que sin embargo dejo por
si a alguien le sirven.
¿Convertir a los pirómanos en
bomberos?
Me gustaría tener la fe del
obispo de San Sebastián en la capacidad de conversión de todo
ser humano, pero no puedo en conciencia olvidar que existe un
pecado de soberbia obstinada al que se suele denominar "pecado
contra el Espíritu Santo", cuya gravedad exige ciertos
matices. El pastor, sí, normalmente, debe asistir con
misericordia a las ovejas. Pero existen también lobos que se
visten de ovejas, o falsos hermanos, y a esos no se les puede
tratar con ingenuidad, y ello por el bien de las ovejas y de
los propios lobos.
En mi opinión, que ojalá fuera
humilde, es necesario ofrecer a la gente que está en el Yunque
una alternativa concreta de sanación, y no que formen una
asociación, algo que no haría sino prolongar el peligro a que
se encuentran sometidos. Se trata de personas que han sido
engañadas y entrenadas para engañar, por lo que quizá fuera
oportuno poderles dirigir a sacerdotes (y laicos) que conozcan
su situación y que puedan ayudarles en la difícil tarea de
rehacer sus vidas y deshacer el mal que han hecho.
No parece conveniente que formen una asociación con
actividades que vayan más allá de lo que podríamos llamar
"terapia de grupo" o de sanación, porque al ser precisamente
personas que han tenido el vicio de mentir y manipular, hay
que alejarles de ese peligro; en concreto, han orientado sus
actividades -viciadas- a la política, y en definitiva han
estado carcomidos de un afán de poder insano, por lo que no
parece conveniente, salvo rarísima excepción, que sigan
participando en grupos con finalidad de influencia social o
política: mucho menos presentar su deseable conversión, como
pasaría si se creara para ellos un grupo eclesial concreto,
como algo innecesario, pues en realidad se da la apariencia de
premiar sus habilidades, integrándolas o controlándolas, sí,
pero dándoles continuidad. Por mucha supervisión eclesiástica
que se intentara, sería tentarlos. Un consiliario no es un
visitador apostólico, si hay que corregir, hay que hacerlo y
sacar las consecuencias que sean, y una de ellas es disolver
lo que en realidad es una asociación de malhechores.
Todo lo que sea disimular la exigencia de conversión y
reparación del mal hecho, sería contraproducente, lo mismo que
no se debe simplemente trasladar a un pederasta, y menos
meterle en una escuela de niños; o que no es forma de
reinsertar a un pirómano, hacerle bombero: se exige un cambio
radical de actividad, cuando hay que romper con un vicio, y si
este es muy grave, no digamos.
En definitiva, orientar, tener personal preparado conocedor
del estado de estas almas, sí, pero mantenerlas juntas o
fomentar que se asocien en una entidad creada para ellos no
sería más que prolongar el sufrimiento de los buenos que
quieran alejarse de lo que hicieron mal, y fomentar también
que se cuelen falsos conversos que pretenderán dar continuidad
a su corrupción y seguir controlando a los que quieren escapar
de su influencia.
Salus animarum est suprema lex
Monseñor Munilla, para no citar
expresamente al Yunque, se refiere en su entrevista a
"organizaciones secretas" (incluso entrecomillando el
adjetivo), mostrando una delicadeza exquisita, seguramente
laudable en cuanto procede del deseo de dejar siempre una
puerta abierta y no querer condenar a nadie.
Pero esto da lugar a un -en mi
opinión, que espero sea humilde- posible equívoco, porque los
no entendidos no sepan identificar al Yunque, pero sobre todo
porque alguien piense que hay varias organizaciones secretas.
Si esto sucediera, casi sería peor el remedio -no citar al
Yunque- que la enfermedad (dañar supuestamente la fama de los
yunqueros al destaparlos). Este inconveniente queda resuelto
cuando pasa al singular al referirse a "alguna asociación,
cuya naturaleza «reservada» no tiene fácil justificación en
nuestro contexto social"; tan injustificable como que va
contra la Constitución, que prohíbe las sociedades secretas,
algo que urge decir porque una
jueza ya ha dictaminado que el Yunque existe, es una
sociedad secreta, y que hay miembros del Yunque (y en
concreto, tal como señaló la fiscal, Ignacio
Arsuaga) en la junta directiva de Hazte Oír.
Puesto que me he "cargado" el
propósito del obispo de no referirse ni al Yunque ni a su
principal asociación pantalla -Hazte Oír-, quiero expresar mi
convicción de que la mayoría de las personas que colaborar con
estas asociaciones no sabe nada del Yunque. Cuando Munilla
dice que "el problema no se soluciona con un mero cambio de
una estructura asociativa (por muy importante que sea)",
entiendo que se refiere al cambio de una estructura ilegal (el
Yunque) por otra legal (un Yunque "canónico"). No se refiere,
por tanto, a Hazte Oír, pero no precisar tiene sus
inconvenientes.
También por eso es necesario
-opino- impedir que los yunqueros sigan ejerciendo sobre los
demás su perniciosa influencia. Que haya que preservar o no la
capacidad de convocatoria de esas sociedades, es capítulo
aparte sobre el que debe decidir la libertad individual -y
colectiva- de esas personas INOCENTES, pero en lo que no deben
poder influir los culpables. Obviamente, que venga Vargas y
vea quién es culpable y quién inocente. Pero al menos en la
intención, no debe prevalecer el interés de mantener cierta
influencia social, sino la salvación de las almas. A quien
considere que la agitación, impulsada por gente del Yunque y
secundada por mucha gente de buena voluntad, ha repercutido en
bien de las almas, no se lo discutiré (pero tampoco se lo
concederé). Simplemente digo que hay que estar dispuesto a
sufrir y a pagar un precio para redimir tanto a los inocentes
como a los culpables: por el bien de las almas de los
primeros, hay que separarlos de los segundos, y por el bien de
estos, hay que impedir que sigan manipulando a la gente, pero
sobre todo que lo hagan diciendo que son católicos (si quieren
seguir manipulando, allá ellos, quien sea consciente de ello
que los denuncie a la Policía, la Iglesia solo puede negarles
el título de católicos). Si las gentes de bien quieren seguir
con esas organizaciones que no son secretas, están en su pleno
derecho: si dejan de estar manipuladas por los yunqueros,
puede que hasta hagan algo bueno; si no, al menos que sepan
que hacen el idiota.
Qué pido
a los obispos y por qué Santiago Mata, 18 de septiembre de 2014. Me he
topado con lo que los obipos, por así decirlo, "piden" algo al
Yunque. pero antes de referirme a ello, constato que, por ser
el Yunque una banda sacrílega que simula ser católica, solo
una acción de parte de la Jerarquía de la Iglesia puede
desenmascararla y poner fin al grave daño que están causando.
Por eso pido a los obispos que emitan una declaración en la
que digan:
QUE NO SE PUEDE MENTIR.
Que quien miente sistemáticamente NO PUEDE LLAMARSE CATÓLICO.
Que existe en España (y otros países) una organización secreta
llamada Yunque.
Que para mantenerse como organización secreta, el Yunque exige
de sus miembros que mientan, incluso a los jovencitos desde
menores de edad les exige que mientan a sus padres.
Que, repetimos, todo eso es incompatible con la moral
cristiana y con las leyes elementales cívicas (que en España
prohíben formar parte de una organización secreta).
Que es PÚBLICO Y NOTORIO (sentencia del Transparente)
que hay algunos miembros del Yunque que forman parte, en
puestos directivos, de organizaciones que dicen defender la
moral católica, y en concreto de Hazte Oír; por lo cual...
NOS VEMOS en conciencia obligados a advertir a los católicos
QUE:
1. Formar parte del YUNQUE es
incompatible con ser católico.
2. Colaborar con las
organizaciones -como Hazte Oír- promovidas por estas personas,
de las que es público y notorio que, por su pertenencia al
Yunque, contradicen los principios cristianos- no puede
hacerse sin grave riesgo de incurrir en los mismos errores en
los que ellos han caído.
3. Que tal colaboración, cuando
se crea posible, nunca se deberá hacer en nombre ni de la
Iglesia ni de los principios cristianos, para evitar, por una
parte, que se pueda identificar a la Iglesia con personas
pertenecientes a una organización secreta, y por ende que se
provoque mayor escándalo al creer que están representados o
defendidos los principios cristianos por personas que de forma
tan continuada y pertinaz los contradicen.
Los
obispos piden al Yunque que deje de ser sociedad secreta
Su secretismo constituye el
principal obstáculo para la unidad de los católicos, según la
Jerarquía.
Santiago Mata. 12 de diciembre de 2013. Hace un año publiqué en mi web un
artículo en el que afirmaba que el Yunque era una herejía.
Ahora debo corregir y completar dicho artículo.
Corregir porque, según la Jerarquía católica en España, no se
puede afirmar que sea una herejía. Completar, porque esa misma
Jerarquíapide
a los católicos que forman parte del Yunque que abandonen esa
organización y, si lo desean, formen otra no secreta, que
podría incluso tener personalidad canónica. Para los obispos,
"el tiempo del Yunque ha terminado"y es tal el perjuicio que causa con su secretismo, que
constituye el principal obstáculo para que los católicos -con
plena libertad, sin depender para ello de la Jerarquía ni
tener obligación de actuar de forma unificada- puedan
emprender iniciativas eficaces en el campo socio político.
Lo que afirmo yo en este artículo no lo afirmo en nombre ni
representación de la Jerarquía, ni en nombre ni representación
de nadie más que de mi propia conciencia, pero lo afirmo tras
haber comprobado que es cierto; no daré por tanto ningún dato
acerca de las personas con quienes he hablado del asunto.
En particular, los obispos están dolidos por lo que sucedió
con el movimiento de objeción de conciencia (a Educación a la
Ciudadanía), que fue una realidad alentadora, pero que se echó
a perder desde el momento en que muchos que se habían jugado
la vida y el futuro de sus hijos, comprobaron que otros (los
miembros del Yunque) no les eran leales, porque les ocultaban
que formaban parte de una organización secreta en la que se
podía decidir sobre su suerte, sin que ellos lo supieran.
Hay que decir que las personas del Yunque afirman ser libres
en su actuación y no haber manipulado a esas otras personas.
Pero el secretismo de su organización impide saber si lo que
dicen es cierto, y esa misma sospecha hace estéril todo
intento de trabajar con ellos. Quienes, en la Jerarquía de la
Iglesia, intentaron mediar en ese conflicto, constatan que,
por una parte, se puede haber faltado a la caridad al juzgar a
los miembros del Yunque (en la medida en que tales juicios se
hicieron públicos, y en la medida en que, por basarse en
suposiciones, pudieran ser falsos), pero constatan también que
la única forma de poner fin a ese conflicto es terminar con el
secretismo del Yunque.
La Jerarquía constata que el Yunque no ha cumplido con lo que
en 2010 le pidió el cardenal Rouco (que se constituyera en
asociación), ya que el hecho de que tres miembros del Yunque
constituyan una asociación civil, dejando intacta la
organización secreta, no es más que cumplir la letra de lo
pedido, ignorando el espíritu, que es terminar con el
secretismo.
Dado que parece obvio que no todos los miembros del Yunque
aceptarían la exigencia que se les hace de constituirse en
asociación -incluso la oferta de que esta sea canónica, puesto
que su objetivo según dicen es el reinado social de Cristo-,
en la prácticael
consejo de la Jerarquía a los católicos del Yunque es que se
marchen de esa organización, para en su caso fundar una que
sea compatible con las leyes civiles y eclesiásticas.
Este consejo de la Jerarquía no tiene el mismo carácter que el
que se daría, por ejemplo, a una persona que vive en
adulterio, para que salga de su situación gravemente
irregular. Esto lleva a que algunos miembros del Yunque
interpreten que ese consejo prudencial no es categórico, y que
en consecuencia en realidad la salvación de sus almas no está
en peligro si siguen formando parte del Yunque. Pero eso no es
lo dicho -a título privado, como consejo personal- por la
Jerarquía: lo dicho es simplemente que no es lo mismo.
En mi opinión (hasta ahora me he limitado a exponer y solo
ahora interpreto en la medida en que lo considero necesario),
esta diferencia no va más allá de la que hay entre elegir algo
pecaminoso y ponerse en peligro inmediato de caer en ese
hecho. El adulterio siempre es un grave pecado, mientras que
por lo que parece formar parte de una sociedad secreta en sí
mismo no lo es, aunque pone en un peligro inmediato de cometer
pecados igualmente graves. La diferencia, a mi entender, no
solo es sutil, sino que a efectos morales no tiene importancia
ninguna, ni permite suponer que no está el alma en riesgo,
porque el pecado en que cae quien se expone sin necesidad a un
grave riesgo, es de la misma gravedad que la de aquello que se
expone uno a hacer. Por poner un ejemplo: si hay que subir un
monte en no habiendo camino, se puede uno jugar la vida
subiendo por riscos peligrosos (siempre que la necesidad de
subir sea proporcional al riesgo: lo que se gana mayor o igual
que lo que se puede perder), en cambio, si hay un camino
seguro y se rechaza seguirlo, no es lícita la elección y será
tanto más grave el pecado cuanto mayor sea el riesgo que se
asume sin necesidad.
En definitiva, volviendo al juicio prudencial de la Jerarquía,
no solo el secretismo es un camino no justificable en estos
momentos, sino que en España constituye el principal obstáculo
para que los católicos puedan defender -con libertad y sin
necesidad de adherirse a iniciativas concretas- sus derechos
en la vida pública: porque nadie con dos dedos de frente se
uniría a una iniciativa en la que se sabe que hay miembros de
una sociedad secreta.
Y, puesto que según el juicio prudencial de la Jerarquía, no
se puede decir que el Yunque sea una herejía, modifico mi
artículo original diciendo que constituye un grave
inconveniente. Ahí va:
El Yunque constituye un grave
inconveniente (alguien tenía que decirlo)
Que el Yunque -u
organización del bien común, u otro nombre que se le quiera
dar-, constituya un grave inconveniente desde el punto de
vista de la Iglesia católica es algo fácil de mostrar, y lo
haré con un argumento histórico-doctrinal y otro jurídico.
Añadiré unas reflexiones sobre el por qué me toca a mí hablar
de ello y unos apuntes sobre el origen de dicha organización
secreta.
Aspectos histórico-doctrinales Desde el punto de
vista histórico-doctrinal, es fácil encontrar el argumento que
permite calificar al Yunque de grave inconveniente.Es
una frase que he usado como lema en Twitter: In
occulto locutus sum nihil (Io 18,20). Nada he hablado
en secreto (Juan 18, 20). Como el lector sabrá, esta frase la
dijo Jesucristo, y no en un momento cualquiera o como de
pasada, sino al ser interrogado por Anás. De modo que, si los
cristianos tenemos por verdadero todo lo dicho por Jesús, cae
por su peso que esa afirmación tiene una importancia
particular y sienta doctrina: no es lícito a un cristiano
ocultar la verdad a quien tiene derecho a saberla, mentir.
Algunos argumentan que también Jesucristo se reunía "a solas"
con sus discípulos, pero la Sagrada Escritura se entiende como
un todo donde unas partes explican otras, y es evidente que se
reunía en privado para explicar más a fondo asuntos que no
podía explicar detalladamente en público, pero no porque no
estuvieran destinados a todos: también dijo Jesucristo (Mateo
10, 27) "lo que os digo en privado, proclamadlo desde las
azoteas". Y esto lo dijo precisamente al explicar cómo
comportarse al ser perseguidos: vale la pena leer ese capítulo
10 de San Mateo.
El mensaje cristiano no es para unos pocos, ni dice una cosa a
unos y engaña a otros. El secretismo es incompatible con el
cristianismo, porque -y aquí dejo el aspecto puramente
histórico para entrar en el doctrinal- supone pretender un
bien utilizando un medio intrínsecamente malo, como es la
mentira.
El Yunque, desde el momento en que pretende instaurar el Reino
de Cristo en la tierra recurriendo a la mentira y el engaño,
se separa del mensaje de Cristo.
Se afirma también que en algunos momentos -de persecución- hay
que ocultar la verdad porque quien la busca no trata de saber
qué es la verdad sino de perseguir a los cristianos. En la
cuarta parte relativa al origen del Yunque me referiré a las
circunstancias de la persecución mexicana, pero aquí bastará
con aclarar que Jesucristo no sólo sabía que los cristianos
serían perseguidos, sino que lo anunció y dijo también cómo
había que comportarse al ser "como corderos en medio de
lobos": siendo "precavidos como la serpiente pero sencillos
como la paloma" (de nuevo Mateo 10, 16). Estando dispuestos a
confesar la fe. De modo que no hay circunstancias que permitan
recurrir a la mentira, y menos de modo sistemático.
Argumento jurídico No menos importancia
tiene el hecho de que quien crea una sociedad secreta, por ese
mismo hecho, se separa de la comunión con la jerarquía de la
Iglesia, si no somete lo que hace al Papa, que es a quien
Jesucristo dio el poder de "atar y desatar".
De nuevo se argumentará que el Yunque busca evitar las
azechanzas de los perseguidores, y que hasta en el Vaticano
hay topos que podrían desvelar sus actividades supuestamente
encaminadas a lograr el reinado de Cristo. A esto hay que
contestar lo ya dicho en el argumento anterior, que los
cristianos no podemos recurrir a los métodos ilícitos -y menos
frente a la Jerarquía católica- que emplean los perseguidores
-de ahí que Cristo dijera que hay que ofrecer la otra mejilla-
y sobre todo, que la aseveración de que lo que ate la
Jerarquía queda atado en el Cielo, no lleva una cláusula que
la invalide en tiempos de persecución, como si en ellos cada
cual pudiera hacer de su capa un sayo y organizar una sociedad
cerrada en sí misma para impedir la entrada del enemigo y que
se informe de las actividades de los cristianos para causarles
injustos daños.
Aquí es clave la frase de que las puertas del infierno no
prevalecerán sobre la sede de San Pedro: puede haber topos en
el Vaticano, pero eso no es excusa para dejar de someterse a
su autoridad.
Comentando este punto con un experto en sectas, me decía que
no es seguro que el Papa no sepa nada del Yunque. A esto hay
que contestar que Cristo no dijo que la gente procurara más o
menos que el Papa supiera, sino que él tiene las llaves de la
Iglesia, es decir, es el que manda. Si el Papa "supiera" en
ese sentido del Yunque, y permitiera que siguieran actuando en
un país como España, cuya legislación prohíbe las sociedades
secretas, ello iría en contradicción con los Acuerdos
Iglesia-Estado de 1979, donde obviamente se compromete a los
cristianos a cumplir las leyes. Si aceptamos que eso es lo que
sucede, estaríamos pasando al Papa la sospecha de incumplir
las leyes. Esto hace más urgente aclarar que quien forma una
sociedad secreta cuando menos va camino de desligarse de la
obediencia al Papa. Si eso no se aclara y se permite que pasen
por católicos, se está permitiendo que caiga sobre todos
nosotros la sospecha.
Yendo un paso más allá, cabe concluir que formar una sociedad
secreta consiste precisamente en creerse más listo que el
Papa, que supuestamente no sería capaz de evitar las
acechanzas de los topos en el Vaticano, y de Dios que ha
puesto su confianza en el Papa al afirmar que las puertas del
infierno no prevalecerán contra él. Esta desconfianza se
extiende, a mi entender, a toda la doctrina católica, que
predica la reforma interior, e invita a no temer a los que
pueden matar el cuerpo, pero no el alma.
En el fondo, pues, el Yunque no es más que una variante del
"americanismo" o activismo, según el cual lo importante es la
acción y la oración queda para cuando sobre tiempo. Lo
importante es que tengamos un buen ambiente exterior, que la
sociedad no nos persiga, sino que nos haga fácil vivir como
cristianos. Esto es radicalmente contrario al cristianismo.
¿Por qué cuenta esto un laico?
Porque hace tiempo tuve una charla con un joven que quería
hablar con representantes de la Jerarquía para animarles a
descalificar públicamente al Yunque, y me argumentaba con el
peligro que corren los jóvenes que son captados por este
grupo. No es el primero que lo ha intentado.
Por cierto que en el argumento doctrinal no traté de la
supuesta amenaza de condenación que se vierte sobre las
personas que se vinculan al Yunque, y que evidentemente es
gravemente injusta, porque nadie sino Dios puede saber que un
pecado concreto -abandonar un compromiso que por injusto no es
vinculante no es pecado, sino acto de virtud- pueda suponer la
condenación del alma. Sólo Dios sabe cuántas oportunidades de
penitencia va a ofrecer a cada alma, y amenazar con la
condenación como si fuera consecuencia automática de un pecado
-y no digamos de algo que no puede serlo-, es un pecado muy
grave contra la confianza en la misericordia divina: de hecho,
es el pecado contra el Espíritu Santo que Cristo dijo que no
tenía perdón, es fomentar la desesperación, una labor
estrictamente diabólica.
Volviendo a mi conversación con el joven, pienso que tenía
razón, y por eso aunque no es mi misión ni puedo ni pretendo
sustituir a la Jerarquía, pongo aquí mi granito de arena y
humildemente pido y hasta aconsejo que digan públicamente lo
que este joven les pedía, para contrarrestar a quienes afirman
que los del Yunque son buenos porque hacen cosas buenas. Se
puede colaborar en las cosas buenas que hagan, pero sin
chuparse el dedo.
Y unas notas sobre el origen
del Yunque De este tema he
hablado en este artículo sobre los cristeros.
Recurrir al secreto, a la ocultación de la verdad (pero no a
la mentira), puede ser lícito en muy contadas ocasiones (de
difícil calibración moral: como con el anillo de Tolkien,
quien usa de la "reserva mental" cae fácilmente en el abuso),
y nunca por sistema, ni siquiera en circunstancias de
persecución.
Recuerdo que en la visita ad Limina de 1931 el obispo de
Madrid explicaba al Papa que algunos católicos, ante el
furibundo anticlericalismo del gobierno republicano, habían
formado asociaciones secretas o semi-secretas, pero,
especificaba: "por supuesto, no para el obispo". Por cierto,
que seguramente podría alegarse que entonces la Ley no
prohibía cierto tipo de asociaciones secretas: de hecho medio
gobierno y casi 200 diputados pertenecían a una de ellas (la
Masonería); pero obviamente, se saltaran o no la ley todos, no
es esa la situación que trato de explicar, ni en ella se
generó a partir del catolicismo ninguna sociedad secreta que
haya perdurado: entre otras cosas, porque como sí se respetaba
la sumisión a la Jerarquía, de haberlas, pasadas las
circunstancias, se habrían extinguido.
Ni esas desgraciadas circunstancias son las de la España
actual, ni se puede uno saltar la ley porque "los otros" se la
salten. Pero es que incluso en el México de los años 20-30 y
en la España de los 30, no deja de ser cierto que los
cristianos no podemos ocultar nuestro mensaje, aunque se
puedan ocultar actividades para evitar ser innecesariamente
víctima de persecución. El ejemplo de los cristeros, y de
todos los mártires, ha sido preferir sufrir la injusticia a
cometerla, una cosa es esconderse y otra caer en la mentira
sistemática, que es en donde acaba todo secretismo. Y, como
digo, al Yunque le falta no sólo la justificación
circunstancial, sino el sometimiento a la Jerarquía para el
que no hay excusa.
Los cristeros incluso desoían el consejo de la Jerarquía e
iban a defender las iglesias, a pesar de que la Jerarquía las
cerró: la conciencia llama a dar culto a Dios en público, y el
propio Benedicto XVI resalta que la importancia de la misa
dominical era vivida por los mártires de los primeros siglos,
que si se ocultaban, no lo hacían hasta el extremo de dejar de
reunirse o negar su fe, porquesin
el domingo "no podían vivir". Lo prohíba Plutarco Elías
Calles o lo prohíba quien sea. En este sentido, el Yunque y
otras entidades de origen semejante (mexicano) que tienen unos
estatutos para la Santa Sede (me refiero en esto sólo a las
otras entidades, no creo que el Yunque haya presentado ningún
estatuto a la Santa Sede) y otros que son los de verdad, hacen
válido el aforismo corruptio
optimi, pessima: la corrupción de lo mejor, es lo peor.
Es terrible que se pretenda con el secretismo, que lleva a
separarse de la Iglesia, seguir la senda de quienes
prefirieron sufrir persecución antes que ocultar su fe. Los
cristeros deben estar revolviéndose en sus tumbas, y a su
intercesión desde el Cielo apelo, para que den valor para
hablar a quienes deben hacerlo, y fortaleza para salir del
Yunque a los católicos sinceros que aún están dentro de esa
organización secreta.