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SIN RESERVAS

El Yunque en España

 

 

El que miente en algo, miente en todo.

 


Losada reconoció que es del Yunque, en presencia de un obispo

En el punto 6 de la "nota de rectificación" publicada en El Plural, el periodista Luis Losada asegura: "Obviamente no pertenezco a la supuesta organización del Yunque ni a ninguna organización secreta, paramilitar, que manipula a los niños, etc."

Esta afirmación es incompatible con la verdad por mí conocida, y ante mí nunca negada por Luis Losada, según la cual el Yunque existe (por tanto no es una mera "supuesta" organización) y él forma parte de esa organización secreta.

Conozco a Luis Losada desde 1994, y desde que hacia 2010 supe que era del Yunque, le manifesté mi sorpresa porque hubiera caído en tal engaño y, quizá aún más, porque aparentemente sus tantos y valiosos amigos no le hubieran animado a salir de esa organización. Me respondió que eran muchos los que intentaban persuadirle para que se fuera.

En diciembre de 2012 expuse mi punto de vista sobre el Yunque en el documento al que me refiero en el texto sobre los obispos.

Cuando pude comentar por extenso con Luis Losada ese primer documento, aseguró que no era cierto que la Jerarquía de la Iglesia no aprobara el Yunque. Entonces le lancé el reto de exponer la cuestión ante un obispo, de modo que, si el obispo le decía que se fuera del Yunque, él se iría, y si en cambio no le decía que se fuera, yo retiraría lo que había publicado.

En la reunión con el obispo, este dijo a Luis Losada, en mi presencia y literalmente: "salte del Yunque". Algunas referencias a la opinión de los obispos españoles en el citado documento proceden también de esa conversación reservada.

Tuit del 14 de mayo de 2014, en el que Losada reconoce que es cierto lo que digo: Rezar está bien, pero cuando se ha mentido hay que rectificar.


Una cuestión personal

¿Falto a la reserva debida al publicar parte del contenido de esa conversación? Pienso que no, y en concreto que es la actuación de Luis Losada la que me obliga a desvelar parte de lo que se dijo en esa conversación.

1) Porque el objetivo de esa conversación no era meramente que él y yo supiéramos la opinión del obispo, sino que siguiéramos su consejo. Yo seguí el consejo que me dio de no llamar herejía al Yunque, y por eso cambié el texto que publico al referirme a los obispos. En cambio, Luis no solo no ha seguido el consejo de salirse del Yunque, sino que miente al decir que no forma parte de esa "supuesta organización".

Anexo para católicos: Al obrar de esta forma he tratado de seguir las tres etapas que Jesucristo señala para la corrección fraterna: a) individual, b) ante algún testigo, c) ante toda la comunidad.

2) Porque ambos estábamos de acuerdo -y así se lo hicimos saber al obispo- en que comunicaríamos el consejo que nos diera el obispo a la mujer de Luis, Victoria Uroz, cuyo testimonio sobre el Yunque publico en la página sobre el juicio de Leblic. Ahora, en los puntos 1 y 4 de su rectificación, Luis llama "ex mujer" a Uroz y afirma: "Lamento que el despecho de una separación y eventual nulidad lleve a mi ex mujer a mentir, difamarme y calumniarme en mi entorno personal y profesional y a los medios de comunicación".

Esta afirmación es una mentira -llama ex mujer a su mujer, aunque la separación civil no rompe ni siquiera el vínculo civil-, y además toma como excusa que él mismo haya emprendido, contra la oposición firme de su mujer,  el propósito de separarse y obtener una declaración de nulidad, para pretender por ese motivo que se descalifique el valor del testimonio de Uroz sobre el Yunque. Yo ni quito ni pongo matrimonio, y lo mismo que, desde que Luis me dio su opinión acerca de que fuera nulo, nunca le he dado consejo al respecto, también he dicho a Victoria que, mientras Luis forme parte del Yunque y justifique la mentira sistemática, no podrá aclarar nada sobre su matrimonio. Por tanto aquí no intervengo en ese asunto, sino que trato de evitar de la única forma posible que esa mentira perjudique a un testimonio verdadero.

3) Porque tengo que evitar que Luis manipule el compromiso que hizo conmigo y la propia conversación, lo que ya ha hecho ante mí y, supongo, ante su propia conciencia. El compromiso que hizo conmigo no era algo "individual", sino que tenía consecuencias públicas evidentes -salirse del Yunque- con las que no ha cumplido. Si ahora le reclamo el cumplimiento de su compromiso es porque veo que en su conciencia lo ha disipado. El 27 de abril de 2014 estuve con él y le dije que en el juicio de Leblic tenía la oportunidad de distanciarse públicamente del Yunque. Enfadado, me preguntó si ya había olvidado nuestra conversación con el obispo.

-No, recuerdo perfectamente que fuimos a pedirle que se pronunciara respecto a si debías salirte del Yunque y que te dijo que te salgas del Yunque.

-Pero dijo que no estaba en juego mi alma -fue, más o menos, la respuesta de Luis.

Nada más salir de la entrevista, ya intentó Luis imponer una interpretación, según la cual el consejo del obispo no le obligaba porque, ante la pega que él puso sobre si la recomendación de salirse del Yunque era igual que la que le daría si estuviera viviendo en adulterio, el obispo dijo que eran cosas diferentes, pero que el consejo de salirse del Yunque era un consejo pastoral muy meditado, y que era el consejo que le daría cualquier otro obispo.

El obispo, por tanto, dijo que el Yunque no era propiamente una herejía, y que no era lo mismo que el adulterio. Pero resulta obvio que no dijo que formar o no parte del Yunque fuera algo indiferente. Nosotros habíamos ido a preguntarle si podía emitir un consejo del tipo "salte del Yunque", y así lo hizo. Las condiciones, hasta el punto de reducir el consejo a la nada, las ha puesto Luis Losada. Por tanto, considero que él ha dado suficientes pruebas de no aceptar el consejo, y que debo ser yo, y no el obispo, quien le afee su conducta. Con esto no falto a la confidencialidad de ninguna fuente, primero porque no doy ninguna pista sobre el obispo y, segundo, porque el obispo no es ninguna fuente de información, sino un consejero a quien él se comprometió a obedecer y no ha obedecido, por tanto yo estoy denunciando un incumplimiento, y no publicando ninguna información más allá de la estrictamente necesaria para saber que tal compromiso existía, era grave, y afectaba a terceras personas a las que él ahora está perjudicando a) al negar que exista el Yunque, b) al negar su pertenencia y c) al negar que Victoria Uroz sea su mujer y sugerir que las causas de separación y nulidad que él mismo ha emprendido contra la voluntad de Uroz, sean motivo para considerar inválido el testimonio de una persona que ha conocido el Yunque de primera mano. Por lo que yo conozco de primera mano, Uroz carece de toda animosidad o despecho hacia su marido, y por lo tanto no cabe apelar a tal circunstancia para reducir el valor de su testimonio, como ya dijo la fiscal en sus conclusiones sobre el caso del Transparente.

Santiago Mata. Madrid, 9 de mayo de 2014.