Sánchez Ventura

De Garabandal
Saltar a: navegación, buscar

Francisco Sánchez-Ventura y Pascual. Personajes.

Falleció con 85 años el 13 de junio de 2007, según la web de su editorial:

Fue abogado, catedrático de economía, escritor de obras teatrales que se representaron por famosas compañías en importantes teatros, finalista al Premio Planeta con su novela Cartas al Rey, consejero personal de Don Juan de Borbón, ilustre conferenciante de los Círculos Balmes, fundador de varias empresas y editor de libros de economía.

Ante todo D. Fco fue “el guerrero de la Virgen”, como dijo nuestra Madre en un mensaje. Fundó la revista María Mensajera, la Editorial Círculo y los cursillos marianos de La Pardina, y tiene más de cincuenta obras publicadas, la mayoría de ellas son trabajos de investigación y difusión de los mensajes y apariciones marianas.

Francisco Sánchez-Ventura y Pascual, Catedrático de Economía y especialista en estudios mariológicos, Director de la Editorial Círculo y de la Revista María Mensajera, conferenciante y escritor, autor de muchos libros, diferentes estudios sobre fenómenos carismáticos y del mundo de la mística; en el año 1962, fue nombrado, por D. Juan de Borbón, miembro de su Consejo privado, en representación del grupo tradicionalista, defensor de la Monarquía Católica, Social y representativa. Dirige y desarrolla, periodicamente, cursillos marianos en el Centro de Apostolado Seglar de la Pardina, Sabiñánigo (Huesca), habiendo dado conferencias en diferentes capitales de España, y en otros países, como Méjico, Chile, Argentina y Puerto Rico.

Juan C. Sánchez-Ventura Ferrer, su hijo, con su padre director de la revista María Mensajera: en este vídeo habla de su padre.

Plácido Ruiloba lo señala como principal responsable de que en 1967 se erigiera sin permiso la capilla a San Miguel.

Profesor de Economía, publicó en ABC el 29 de septiembre de 1968 (p. 134-136) el reportaje El Misterio de Garabandal:

EL MISTERIO DE GARABANDAL

En los últimos meses el misterio de las apariciones de Garabandal se ha actualizado de nuevo y en los más diversos sectores españoles se habla con interés en favor o en contra. Sobre una materia tan delicada como ésta, la palabra la tiene la jerarquía eclesiástica. A ella y a sus manifestaciones hay que atenerse. Dado el extraordinario interés del tema, publicamos a continuación un reportaje firmado por Francisco Sánchez Ventura, profesor de Economía, autor de varios libros de su especialidad, entre otros, uno de gran éxito, Europa y su economía personalidad, en fin, bien conocida en los medios intelectuales españoles. El nombre del señor Sánchez Ventura al pie de este trabajo es la mejor garantía de seriedad en el análisis de un tema sobre el que- -volvemos a repetir- -la jerarquía eclesiástica, y sólo la jerarquía, puede decidir. H AN pasado siete años desde que unas niñas de San Sebastián de Garabandal, aldea montañesa de Santander, dijeron que habian. visto a la Virgen. Durante los años 1961 y 1962 las manifestaciones del cieksí fueron continuas y a todas las horas del día y de la noche. En dicha aldea se dieron un sinfín de fenómenos propios de la historia de la mística: éxtasis constatados por la prueba del fuego, marchas y caídas extáticas, levitaciones, comuniones m í s t i cas, llamadas, locuciones, etc. Las niñas, de once años una de ellas, y de doce las restantes, que apenas sabían leer y escribir, transmitieron unos mensajes que, según el propio Obispado reconoció, se ajustaban perfectamente, en su teología, a la doctrina de Iglesia. El pueblo arropó aquellos hechos y por todo el mundo se difundió, en forma automática e- irresistible, un movimiento espiritual en pro de Garabandal, que conforme el tiempo pasa aumenta y crece cada día. Las niñas, en nombre de la visión, daban inconscientemente respuestas a muchos de los asistentes, que recibían asá contestación a las inquietudes y problemas que les habían llevado hasta allí. A la sombra de Garabandal se han producido sorprendentes conversiones y muchas vocaciones religiosas. Los Centros de Garabandal están hoy organizados en numerosos países. Hasta de los puntos más alejados de nosotros llegan diariamente cartas interesándose por la marcha de estos acontecimientos que, a pesar de la actitud oficial de la Iglesia, no han muerto todavía. EL MILAGRO DE LA COMUNIÓN T J NA de las videntes, Conchita Gonzá lez, escribió al obispo en el año 1962 anunciándole que la Virgen había prometido un milagro para que las gentes empezasen a creer. La niña le llamaba milagruco. en el sentido de milagro pequeño, para diferenciarlo del espectacular y gran milagro público que ha de anunciar con ocho días de antelación y cuya fecha recibió la orden de ocultar celosamente. El milagrucp consistiría en que al recibir la comunión de manos del ángel, se le vería la forma. Y en efecto, en el día señalado, 18 de julio de 1962, se produjo, el prodigio que fue Las cámaras de TV italiana y el No- Do filmaron el éxtaxis- -de veinte minutos de duración- -ocurrido d u rante la aparición del 18 de junio de 1965. Ei magnetófono recogió una parte del diálogo de la vidente Conchita González que, al día siguiente, hizo público el mensaje recibido.

filmado a la luz de las linternas por un tomavistas de aficionado, manejado por don Alejandro Damians y Damians, de Barcelona, apareciendo claramente sobre la lengua de Conchita, en una cinta de ochenta fotogramas escasos q u e logró disparar en el último momento, la mancha blanca de la Hostia. NUEVOS PRODIGIOS Mari Loli, otra de las jóvenes videntes, está caída en el suelo. Y, sin embargo, a pesar de la postura violenta, puede observarse su dulce y sonriente expresión, en medio de la visión. El misterioso fenómeno ae produjo también en María Cruz, en Jacinta y, más tarde, en Conchita. bandal, dijo que era el día más feliz de su- vida y que la Virgen le había hecho objeto de una gran gracia. Después de pronunciar estas frases anunció que iba a dormir un rato- -eran las tres de la madrugada del día 9 de agosto- -y sin el menor movimiento quedo muerto a su paso por Reinosa, en el coche que le conducía. L a s niñas, después, tuvieron visiones con él, y hasta continuando unja conversación que h a b í a n tenido en la Tierra les enseñó algunas frases en lengua extranjera, y entre ellas el Ave María en griego, que todavía recuerdan y recitan a la perfección. EL MENSAJE DEL ÁNGEL P NTRE los testigos y seguidores de Ga rabandal se han producido hechos sorprendentes: curaciones inexplicables, rosarios besados por la Visión que exhalaban en ocasiones ráfagas de un aroma inconfundible, estampas que se iluminan, etcétera. Pero entre estos hechos protagonizados por seguidores de Garabandal destaca la muerte del padre Luis María Andreu, sacerdote jesuíta a quien vieron las niñas entrar en un éxtasis en el escenario de su visión, donde solamente se veían entre ellas cuando se encontraban en estado de trance; mientras cuantos rodeaban al padre le escucharon, profundamente pálido e impresionado, repetir por tres veces la palabra: ¡milagro! El padre Luis bajó muy contento de Gara- U L día 8 de diciembre de 1964, festividad onoirriástica de Conchita, después dé llevar más de dos años sin manifestaciones sobrenaturales, t u v o una locución que le anunció para el próximo 18 de ju- nio- -con más de seis meses de antelación- -una aparición del ángel San Miguel, quien le daría en nombre de la Virgen un mensaje para la Humanidad. Más de tres mil personas, la mayor parte extranjeras, se congregaron en Garabandal en el día señalado; y a la hora anunciada la vidente fue hacia la calleja donde tenía anunciada la aparición y cayó en un éxtasis auténtico, con esa 1 caída instantánea y violenta que no produce lesión en sus rodillas a pesar del rudo golpe que recibe sobre los guijarros y piedras del camino. El mensaje fue escuchado en principio, con cierto escepticismo, porque se decía en él, entré otras cosas, que los sacerdotes, obispos y cardenales iban muchos por el camino de la perdición Sobre sus ojos, abiertos sin pestañear hacia lo alto, se concentraron durante veinte minutos los focos de la Televisión italiana, el No- Do español y los equipos particulares de cine; miles de voltios capaces de ce- continúa i l 23

Ofrecemos en este retablo de actitudes de las pequeñas videntes diversas escenas de su misteriosa contemplación. Arriba, Conchita levanta a Mari Loli, sin esfuerzo alguno, para que bese el rostro de la aparición a la puerta de la iglesia. En el centro, uno de los fotogramas obtenido durante el milagro de la comunión. Sobre la lengua de Conchita se advierte la forma administrada por el ángel. Debajo, las niñas aparecen atraídas por la visión. A la derecha, Conchita, Mari l ol ¡y Jacinta llegan, en éxtasis, ante las puertas de la iglesia, cerradas para ellas por la autoridad eclesiástica. gar a cualquiera. La vidente salió del trance sin el menor deslumbramiento y el magnetófono tomó el diálogo parcial de Conchita con su extraña visión. un castigo del cielo, porque no siempre es así. Dios puede llamar a su seno para darle la felicidad eterna y premiarle por sus servicios a q u i e n ha cumplido su misión, sin perjuicio de que aquella vacante abra, a la vez, providencialmente, una vía que se había cerrado contra los planes divinos. Porque nadie duda de la buena fe que presidió la actuación del fallecido obispo de Santander en todo momento y de la eficaz y brillante función que sin duda ejerció en su ministerio como Príncipe de la Iglesia. A su memoria dedicamos un respetuoso recuerdo y nuestra mejor oración. SE ESPERA UN AVISO Y DESPUÉS UN MILAGRO LAS NEGACIONES FUERON ANUNCIADAS T ESDE el principio las videntes habían dicho que llegaría un momento en que las cuatro vivirían la angustia de sus dudas y oscuridad de alma- -similar a la confusión porque atravesaría la Iglesia en la misma poca- -y que llegarían a negar que habían visto a la Virgen. El fenómeno se produjo primero en María Cruz, más tarde en Loli y Jacinta, y, por fin, en Conchita. Esta última, principal protagonista de estos sorprendentes sucesos, sufrió la amnesia divina en la mañana del día 15 de agosto de ig 66, fecha en que se cumplía el año de la consagración del nuevo obispo, monseñor Puchcl. La niña ya había estado en Roma, donde fue interrogada por el Santo Oficio y recibida después por Su Santidad el Papa, quien le dijo: Conchita, te bendigo y conmigo te bendice toda la Iglesia. También había visitado al padre Pío, quien desde el primer día avaló la sobrenaturalidad de estos fenómenos. Su amnesia le produjo una gran angustia y sintió la necesidad de confesar a todos sus dudas y su temor de haber sido engañada, pidiendo ver al obispo, quien le interrogó durante siete horas, firmando su confesión, que fue la causa de la nota condenatoria en la que se atribuía todo a un inocente juego de niñas. LA MUERTE DEL OBISPO asunto está planteado en términos E Ltrascendentales, pues se ha prometido un aviso del cielo, obra directa de Dios, T) ERO el obispo firmante de aquella no ta, dada con bombo y platillo, convocando previamente a la Prensa, a la Televisión y a los representantes de la Radio y del No- Do, murió a los pocos días en accidente de automóvil y en circunstancias que han venido a reavivar en los garabandalistas su fe en el origen sobrenatural de estos hechos: porque el obispo murió en el día que la Iglesia celebra la festividad de la aparición del ángel San Miguel, que es el ángel con el que se iniciaron las visiones de las niñas de Garabandal, coincidiendo con la f e c h a aniversario de la muerte del último obisco que hubo en Santander, pocos días antes de comenzar la historia de estas apariciones, don José Eguino Trecu; resultando iLsso el acompañante que iba con él en el coche, a pesar de haber dado varias vueltas de campana; después de haber recibido un mensaje el 3 de julio del año anterior a su muerte) que constituía, según parece una clara llamada de atención del cielo para todos los titulares del Obispado, mensaje que fue entregado en mano al doctor Beitia Aldazabal; y la causa de la muerte no fue debida a imprudencia ajena, saliéndose de a carretera el vehículo como consecuencia de un colapso o vahído que le h r i perder de improviso, al obispo conductor, la conciencia de sus actos. Pero todo esto no quiere decir ni mucho menos que sea admisible la interpretación humana, tan atrevida como errónea, de pensar que el protagonista de un acontecimiento trágico es víctima de 24 que causará una sensación de psicosis o pánico colectivo en el mundo, y después un milagro espectacular, cuya f e c h a será anunciada ocho días antes, milagro que presenciarán todos los que vayan a Garabandal o a sus alrededores y que consistirá en una señal en el cielo, curándose los enfermos y convirtiéndose los pecadores; tendrá lugar un jueves, a las ocho y media de la noche, coincidiendo con un acontecimiento de gran importancia para la Humanidad, y quedará como testimonio permanente para las generaciones futuras una señal en los pinos, señal que la niña define diciendo que se podrá fotografiar, tomar en cine y en televisión, pero no tocar, porque estará hecha de una sustancia desconocida, impalpable como el humo, pero perfectamente visible. En virtud de circunstancias producidas en cadena, determinadas personas se han sentido obligadas a cumplir el encargo de levantar a sus expensas una capilla dedicada a San Miguel en los pinos de Garabandal y que, no obstante tratarse de un santo que figura en el santoral, la autoridad eclesiástica ha prohibido visitar ni rezar en ella. EL NUEVO OBISPO P XISTiE una gran expectativa en torno a la actuación del nuevo obispo de Santander, recientemente nombrado. Los garabandalistas confían mucho en él, dado su celo, apostólico, su inteligente prudencia y su fervor mañano. Esperan que decida nombrar una comisión de teólogos especializados en e s t e fenómeno, hoy universal, de l a s apariciones marianas. para estudiar el caso objetivamente, previo interrogatorio de los principales testigos de t o d o s les fenómenos que en aquella aldea se dieron, interrogatorio que hasta la fecha no se ha hecho. Entendemos que la película que el No- Do filmó el 19 de junio de 1965 debe ser objeto también de especial estudio y consideración. De este análisis objetivo y prudente dependerá el e s c 1 arecimiento del posible origen sobrenatural de unos hechos que no tienen explicación humana, y que ante el estado de confusión y peligro que atravesamos seria de desear resultasen, para esperanza del m u n d o obra de Dios. Francisco SANCHEZ- VENTURA.