Juan de Burgos

De Garabandal
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Juan de Burgos. Personas. Guadalupe. Cronología

Disputó en 1530 con Cortés: Juan de Burgos era un comerciante sevillano que junto con el maestre de navío Francisco Medel y trece soldados más, llegó a finales de 1520 a Veracruz con un bastimento de mercaderías, armas y tres caballos que le compró Cortés. Sumándose, poco después, al mermado grupo de conquistadores que se aprestaban al sitio de la ciudad de Tenochtitlán en 1521 [Martínez, 2003].

Participó en el sitio y toma de Tenochtitlán, donde fue herido, y posteriormente en la expedición a Pánuco, así como en la empresa de conquista de Occidente junto con Nuño de Guzmán. En recompensa recibió pueblos en encomienda y solares en la Ciudad de México; en 1529 el cabildo de la Ciudad de México lo nombró procurador mayor y mayordomo, y alcalde ordinario en 1532, 1540 y 1545 [ibid.].

Martínez [2003] refiere que Cortés tenía una deuda pendiente con Juan de Burgos por el navío y sus bienes de 1520, por lo que el 19 de enero de 1528 le otorgó la encomienda del pueblo de Oaxtepec. Sin embargo, al regresar Cortés de España en 1530 quiso recuperarla, pero Juan de Burgos se niega e inicia un litigio para conservarla y la enemistad entre ellos.

Ya antes había organizado un juicio contra Cortés Gonzalo de Salazar: A diferencia de Juan de Burgos, era licenciado y tenía una situación holgada. Fue uno de los funcionarios enviados en 1524 por Carlos V a la Nueva España a cuidar la Hacienda Real y a Cortés. A su llegada refirió al Conquistador que en su paso por Cuba se enteró que Velásquez estaba en tratos con Cristóbal de Olid para adjudicarse las Higueras, razón por la que decidió organizar una expedición, dejando el gobierno de la Ciudad de México en manos del factor o recaudador de rentas Gonzalo de Salazar y en el veedor Peralmíndez Chirinos. Éstos, además de ser responsables de la confusión y crímenes que se suscitaron por entonces, organizaron un juicio de residencia en su contra [ibid.].

Gonzalo de Salazar al mismo tiempo que funcionario controvertido y enemigo de Cortés se convirtió en un próspero encomendero propietario de tierras en diferentes lugares y en un hombre de negocios. Utilizó los privilegios de su posición como funcionario para obtener concesiones y hacer compras de tierras ventajosas en beneficio de sus empresas económicas, distinguiéndose, también, por el despojo que realizó de las tierras comunales y la exigencia de excesivos pagos de tributos a la encomienda de Tepetlaxtoc [Gibson, 1967].

Por si esto no fuera suficiente, en 1544 consiguió que el virrey ratificara la compra de 20 caballerías que hizo a los indios de Tajimaroa, donde fue encomendero, para crear un ingenio que se convertiría en uno de los más grandes de Zitácuaro. Del mismo modo, en 1551, se le autorizó que los indios de Tajimaroa pudieran ser "contratados voluntariamente", para trabajar en su ingenio. No obstante, anota Chevalier [1985], la realidad era distinta ya que rara vez era de forma voluntaria, siendo obligados en la mayoría de los casos en contra de su voluntad.