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| − | Expediente sobre exhumaciones en el término municipal de Hortaleza. Archivo Histórico Nacional,FC-CAUSA_GENERAL,1536,Exp.15 (17 imágenes). | + | [https://1027.centroeu.com/#collection/262622 Expediente sobre exhumaciones en el término municipal de Hortaleza]. Archivo Histórico Nacional,FC-CAUSA_GENERAL,1536,Exp.15 (17 imágenes). |
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| + | Este expediente se incoa a partir de la declaración del que desde 1926 era secretario del juzgado local, Mariano Bernabé Vicente, quien asegura el 13 de agosto de 1942 que intervino personalmente en el registro de 80 ejecutados por los revolucionarios en el cementerio de Hortaleza, pero que "cree fundadamente que el número total de personas asesinadas y enterradas en el cementerio de Hortaleza sea de unas 300". De los 80 documentados no habría quedado rastro, al destruirse los archivos del juzgado de Colmenar. Solo cinco o seis cadáveres habrían sido identificados durante el período revolucionario: el del magistrado Fernández Cancela, el del padre Gómez Roji, magistral de la catedral de Burgos; el del torero Valencia Segundo y el del un concejal de Chamartín de la Rosa (aparte de aquellos que traían documentación, en cuyo caso se habría anotado en los archivos destruidos). El 14 de noviembre de 1944 una viuda filipina, Adelaida Palacios Oraá, denuncia el asesinato el 18 de noviembre de 1936 de su sobrino teniente de infantería, Pedro Guerra Palacios, enterrado en una fosa "al lado del cementerio" que el párroco de Hortaleza, Gabriel López, habría indicado que llevaba el número 22. La viuda presenta copia del libro de registro del juzgado de Hortaleza con descripción de 9 cadáveres aparecidos el 18 de noviembre de 1936. El 17 de noviembre se ordena la exhumación de los cadáveres de esa fosa y su traslado al cementerio de Paracuellos. Ese mismo día se realiza la exhumación y se recogen restos de 12 cadáveres, que son en efecto enviados a Paracuellos. El 6 de julio de 1945 comparece ante el fiscal la viuda de 53 años, manifestando que "no tiene la menor duda" de que los restos señalados con el número 3 son los de su sobrino (no dice haber presenciado la exhumación, se entiende que lo identifica por los detalles de la exhumación, unidos a los del registro del juzgado). | ||
Revisión actual del 15:21 5 feb 2019
Distrito de Hortaleza (parroquia Virgen del Castillo, San Isidoro y San Pedro Claver, del arciprestazgo de San Matías, Vicaría I, diócesis de Madrid).
Expediente sobre exhumaciones en el término municipal de Hortaleza. Archivo Histórico Nacional,FC-CAUSA_GENERAL,1536,Exp.15 (17 imágenes).
Este expediente se incoa a partir de la declaración del que desde 1926 era secretario del juzgado local, Mariano Bernabé Vicente, quien asegura el 13 de agosto de 1942 que intervino personalmente en el registro de 80 ejecutados por los revolucionarios en el cementerio de Hortaleza, pero que "cree fundadamente que el número total de personas asesinadas y enterradas en el cementerio de Hortaleza sea de unas 300". De los 80 documentados no habría quedado rastro, al destruirse los archivos del juzgado de Colmenar. Solo cinco o seis cadáveres habrían sido identificados durante el período revolucionario: el del magistrado Fernández Cancela, el del padre Gómez Roji, magistral de la catedral de Burgos; el del torero Valencia Segundo y el del un concejal de Chamartín de la Rosa (aparte de aquellos que traían documentación, en cuyo caso se habría anotado en los archivos destruidos). El 14 de noviembre de 1944 una viuda filipina, Adelaida Palacios Oraá, denuncia el asesinato el 18 de noviembre de 1936 de su sobrino teniente de infantería, Pedro Guerra Palacios, enterrado en una fosa "al lado del cementerio" que el párroco de Hortaleza, Gabriel López, habría indicado que llevaba el número 22. La viuda presenta copia del libro de registro del juzgado de Hortaleza con descripción de 9 cadáveres aparecidos el 18 de noviembre de 1936. El 17 de noviembre se ordena la exhumación de los cadáveres de esa fosa y su traslado al cementerio de Paracuellos. Ese mismo día se realiza la exhumación y se recogen restos de 12 cadáveres, que son en efecto enviados a Paracuellos. El 6 de julio de 1945 comparece ante el fiscal la viuda de 53 años, manifestando que "no tiene la menor duda" de que los restos señalados con el número 3 son los de su sobrino (no dice haber presenciado la exhumación, se entiende que lo identifica por los detalles de la exhumación, unidos a los del registro del juzgado).
