Weber

De Garabandal
Saltar a: navegación, buscar

Albrecht Weber. Personajes. Normas canónicas.

Autor de Garabandal. Der Zeigefinger Gottes. Empieza con una referencia a las normas canónicas:

P. 4: El autor declara que, de acuerdo con el decreto del Papa Urbano VIII, atribuye solo credibilidad humana e histórica a los acontecimientos de San Sebastián de Garabandal descritos en este libro y que una decisión final sobre ellos está reservada al juicio de la Iglesia.

El relato empieza en p. 29. El domingo 18 de junio no había nubes. 30 "Las familias de los padres se mantenían más bien distantes entre sí y no veían con gusto que sus hijos jugaran juntos". El aburrimiento llevó a cuatro niñas a separarse del resto.

31. Tras haber probado las manzanas que tanto les atraían, las tiraron por su sabor amargo. Oyeron un trueno extraordinario, y mientras se preguntaban qué sería, oyeron voces (no dice que fuera el maestro) y saltaron corriendo el muro hacia la calleja. Pensaron que habían seguido una mala influencia y que el buen Ángel custodio estaría por ello triste. Conchita, "la más despierta de las cuatro" propuso tirar piedras hacia el lado izquierdo (supuestamente se lo habrían dicho en clase de religión). Querían ponerse a jugar a las canicas.

Las otras tres empezaron a gritar. (Confunde Ay, Ay, con Ahí: Dort). Loli quiso ir a pedir ayuda.

32 Se escondieron tras la iglesia para evitar preguntas y se preguntaban qué querría un ángel en Garabandal.

33 Marichalar: Si lo volvéis a ver, preguntadle qué quiere y por qué viene.

Día 19 el ángel no venía, quizá porque mientras rezaban el rosario unos niños las observaban desde un campo de maíz y les tiraban piedras. Preguntaron a la maestra por qué no habría venido y ella dijo: Sin duda porque había demasiadas nubes.

p. 35 Día 20 Aniceta solo de mala gana dejó ir a Conchita. Rezado el rosario, se iban cuando una luz les cerró el camino.

Día 21 había un grupo de curiosos que notaron la brillante belleza de los rostros llenos de felicidad y con las cabezas atrás mirando al cielo. El ángel no respondió a las preguntas.

p. 36 Días 22 (23 no), 24 y 25. Niñas no reaccionan ni al tacto ni a llamadas. 27 martes, 28 miércoles. 1 julio gran cantidad de gente y duró 2 horas.

p. 37 Avisa que para el domingo 2 vendría la Virgen y señala el lugar donde aparecerá, dice ser el arcángel san Miguel. Las niñas no muestras ni una chispa de duda.

p. 39: Entre los asistentes como una docena de sacerdotes, algunos médicos y guardias civiles, al cuadro señalado por el ángel el día anterior. Al poco de llegar caen en éxtasis de rodillas. En su diario cuenta Conchita que le contaron a la Virgen que iban al campo, que se habían puesto muy morenas y que tenían que almiar el heno, a lo que Ella se sonrió. Le dijo que ella también tenía un hermano que se llamaba Miguel pero sin el san, a lo que las otras tres videntes se rieron.

41: La maestra las abrazó con lágrimas al día siguiente.

43: Aparenta unos 18 años y es más bien grande (alta).

45: Ya el lunes siguiente a la primera aparición (de la Virgen) según el diario de C. habría explicado a sus padres cómo eran las llamadas. Al acercarse la hora de la aparición del día anterior, los padres, que ya les creían más, les decían que tenían que ir, pero ellas respondían: aún no nos han llamado. No es que oigan una voz interior ni su nombre, es una alegría que sienten. Pesquera: es una relación directa de Dios con el alma sin mediación de signos o idioma.

46: Los que no creían propusieron a Marichalar poner a dos en casa de Loli y dos en casa de C. Es una buena idea. Loli y Jacinta / C y MC. A la media hora tuvieron la segunda llamada. Ese día se apareció la Virgen con el Niño y sin ángeles.

47: De los Pinos dijo una vez: este lugar es santo, pues Dios ama este lugar. Se plantaron un domingo in albis (hoy de la Divina Misericordia) con ocasión de primeras comuniones. Cada niño plantó un pino que simbolizaba su vida; fue idea del padre de Aniceta, Serafín González, muerto hacía mucho, de acuerdo con el párroco y padres, siendo presidente de la junta vecinal.

49. les clavaron agujas de varios centímetros y les pusieron velas ardiendo bajo los brazos, les pusieron lámparas de 1000 watios a pocos centímetros de los ojos y ni pestañearon. Estaban como enraizadas y solo lograban levantarlas unos centímetros. Caían de rodillas con gran estrépito. En un éxtasis cayeron bolas de granizo sobre los ojos abiertos de Conchita.

50. Ni se acordaban de esas cosas. Al autor le dijo Conchita: "Varias veces vi en la parte superior de mi brazo heridas punzantes y no supe de dónde procedían hasta que mi madre me dijo: El señor N.N. te clavó allí una aguja durante la aparición y me lo ha dicho para que no me preocupe por esas pequeñas heridas. En ningún caso yo me enteré de nada".

p. 53. Los padres de Loli se preocuparon una noche de invierno porque salió con solo el camisón, el padre estaba junto a ella helándose. Cada vez que la abrazó estaba caliente como en la cama (bettwarm) y también al regresar a casa, esto se lo contó Ceferino al autor.

54 La Virgen solo rezaba el Gloria. Daban a besar sin mirar.

56 Tenéis muchas cosas iguales a las que yo tenía durante mi vida (utensilios domésticos).